El pueblo vietnamita atesora las inmortales palabras pronunciadas por el líder cubano, el Comandante en Jefe Fidel Castro, el 2 de enero de 1966: “Al pueblo de Vietnam estamos dispuestos a darle no ya nuestro azúcar, sino nuestra sangre, ¡que vale mucho más que el azúcar!”.

En este capítulo de la serie, el grupo de autores les invita a hacer un recorrido retrospectivo para sentir el cariño expresado a través de los firmes apretones de manos y abrazos cálidos entre los dos países durante los años de brutal guerra. A partir de esos recuerdos, surge como un impulso genuino el anhelo de profundizar en la tradición de entrañables vínculos entre ambos países, nacido del corazón y de la gratitud hacia la historia compartida. El entendimiento mutuo entre los dos pueblos, sobre todo las generaciones jóvenes, ayudará a desarrollar y mantener vivos esos vínculos de fidelidad y desinterés, que más de una vez han tenido como epítomes la sangre y el alma.

Compañeros que se vuelven hermanos

Un día de mediados de septiembre de 1973, desde el aeropuerto de Gia Lam, Fidel Castro llegó a la Casa de Huéspedes del Gobierno, ubicada en el número 12 en la calle de Ngo Quyen (Hanói), en un auto descapotable acompañado del secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Le Duan; el presidente de la Asamblea Nacional, Truong Chinh, y el primer ministro, Pham Van Dong, quienes habían recibido al líder cubano cuando arribó a Vietnam. A ambos lados de las calles por las que pasaba el cortejo, un mar de pueblo, que incluía ancianos y niños pioneros, vitoreaban consignas alegóricas a las relaciones de hermandad entre los dos países y daban vivas a Cuba, a Vietnam, a Fidel y a Ho Chi Minh, al tiempo que enarbolaban banderitas cubanas y vietnamitas.

Ese momento permanece intacto en el corazón de Fredesmán Turró González, o del “compañero Hùng” como le llaman muchos amigos vietnamitas, quien cumplió dos mandatos como embajador en Hanói (1999-2004 y 2008-2013). La primera vez que llegó a Vietnam fue en 1968, con 18 años.

Dirigentes del Partido y el Estado vietnamitas reciben al camarada Fidel Castro en el aeropuerto de Gia Lam la tarde del 12 de septiembre de 1973. (Foto: VNA)

Dirigentes del Partido y el Estado vietnamitas reciben al camarada Fidel Castro en el aeropuerto de Gia Lam la tarde del 12 de septiembre de 1973. (Foto: VNA)

Cuando se produjo la histórica visita de Fidel, era el funcionario más joven de la Embajada de Cuba en Vietnam, donde fungía como agregado diplomático y al mismo tiempo traductor del entonces jefe de la legación, Raúl Valdés Vivó.

“Desde los primeros días de septiembre, el embajador y el agregado militar salían con frecuencia a reuniones fuera de la embajada y ninguno de los dos requería de mis servicios como traductor. Intuía que algo importante estaba pasando”, recuerda el diplomático. El 8 de ese mes, el embajador convocó a todos los funcionarios de la Embajada a una reunión e informó: una delegación cubana de alto nivel, presidida por el presidente Fidel, visitaría Vietnam próximamente. Agregó: “Nos asignó a Jorge la O (cuyo nombre vietnamita era Quý), quien también hablaba vietnamita, y a mí la misión de atender varios teléfonos que estarían situados en el lugar donde se alojarían Fidel y su delegación”.

El joven funcionario fue testigo de la inmensa alegría que se reflejaba en los rostros de los compañeros Le Duan, Truong Chinh, Pham Van Dong y el General Vo Nguyen Giap al recibir al Comandante en Jefe y hermano Fidel. También le impresionó la efusividad con la que el pueblo vietnamita, que se congregaba día y noche, en sus bicicletas, frente a la Casa de Huéspedes con la esperanza de ver y saludar a Fidel, mostró su emoción. En más de una ocasión, el líder cubano salió al balcón para saludar a la multitud. Él mismo, pocos días después en el territorio liberado del Sur en Quang Tri, enarboló la bandera del Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur, rodeado de combatientes vietnamitas.

Tal imagen se convirtió en un símbolo de la solidaridad de Cuba y de los amigos internacionales con la lucha del heroico pueblo vietnamita en aquel momento.

Queda registrada para siempre en la historia que la lucha del pueblo vietnamita por la reunificación nacional concitó el irrestricto respaldo del pueblo cubano, que desplegó una masiva e intensa acción solidaria a nivel nacional e internacional tanto en los ámbitos político como material. Miles de colaboradores cubanos cumplieron misiones internacionalistas en Vietnam en diferentes frentes. Ello se debe a que, tal y como ha aseverado el actual embajador de La Habana en Hanói, Rogelio Polanco Fuentes: “Cuba guardará siempre una gratitud infinita hacia el enorme sacrificio y la heroica resistencia de Vietnam, expresiones que demostraron con creces el colosal legado del Presidente Ho Chi Minh para toda la humanidad cuando sentenció: ‘Nada hay más preciado que la independencia y la libertad’”.

Para Vietnam, a lo largo de los años arduos de resistencia contra Estados Unidos, Cuba y su líder fueron símbolos del heroísmo revolucionario, de la indomabilidad y de la aspiración a la libertad y la felicidad. Con el paso del tiempo, el pueblo vietnamita ha percibido aún más profundamente el espíritu de lucha inquebrantable de los cubanos contra la opresión de los colonialistas y los imperialistas. Entre 1959 y 1991, Cuba siempre tuvo pendientes dos tareas fundamentales, las de construirse y conservar los logros de la Revolución, y encarar el continuo sabotaje de las fuerzas reaccionarias de dentro y fuera del país.

Más de 30 mil trabajadores en La Habana, capital de Cuba, participan en una manifestación de solidaridad con la resistencia antiyanqui del pueblo vietnamita, en noviembre de 1966. (Foto: Archivo)

Más de 30 mil trabajadores en La Habana, capital de Cuba, participan en una manifestación de solidaridad con la resistencia antiyanqui del pueblo vietnamita, en noviembre de 1966. (Foto: Archivo)

A finales del año 2024, Viengsay Valdés, Primera Bailarina y directora del Ballet Nacional de Cuba (BNC), llegó a Vietnam para actuar en el programa inicial de una serie de celebraciones por el 65 aniversario de las relaciones diplomáticas binacionales, y en esa ocasión reveló una conmovedora historia.

En 1963, cumpliendo con la encomienda de Fidel de organizar un movimiento solidario con la lucha por la liberación de Vietnam del Sur, la heroína Melba Hernández fundó el Comité Cubano de Solidaridad con Vietnam del Sur, del que fue la primera presidenta. Buscó el apoyo de artistas e intelectuales de aquel tiempo como los propios Alicia y Fernando Alonso, los fundadores del BNC. Ambos, conmovidos con la situación que atravesaba Vietnam, decidieron venir a actuar en el país en 1964, convirtiendo a su compañía en la primera institución artística cubana en hacerlo, y en esa misma ocasión conocieron al Presidente Ho Chi Minh.

Más de 60 años después, la propia Viengsay, estudiante de los dos legendarios artistas y amiga de Melba desde su infancia, viajó a Vietnam llena de orgullo. “La presencia del BNC en Vietnam en 1964 fue el abrazo entre dos pueblos, el BNC vino en ese momento como un embajador cultural y transmitió el abrazo que le mandaban Melba y Fidel, con el mensaje de que Cuba siempre apoyaría a Vietnam. Ese mensaje se cumplió y se seguirá cumpliendo”, expresa emocionada.

En octubre de 1966, al recibir a una delegación del Partido y del Estado cubanos encabezada por el presidente, Osvaldo Dorticós, y el ministro de Defensa, Raúl Castro, en una visita a Vietnam, el Presidente Ho Chi Minh dijo: “Siempre hemos tenido al pueblo cubano y al compañero Fidel como hermanos. Les rogamos que al regresar a su país transmitan estos sentimientos al pueblo cubano y al compañero Fidel. No se trata de meras declaraciones diplomáticas, sino que son sentimientos de corazón. Para ilustrarlo, permítanme contarles que cada vez que nuestros niños vietnamitas ven una foto de un hombre con barba, lo llaman ‘Fidel’”.

Compartir a pesar de las escaseces, en lugar de esperar a tener más

El siguiente hecho ilustra una visionaria decisión del presidente Fidel para Vietnam. Una vez firmados los Acuerdos de París, el 27 de enero de 1973, debatió con el embajador cubano en Vietnam las obras que la nación caribeña podría donar a Vietnam para contribuir a su reconstrucción posguerra y a su posterior desarrollo. Las cinco obras socioeconómicas cimentadas por Cuba en este país se encuentran en funcionamiento y han dejado frutos hasta la fecha, a saber, el Hospital de Amistad Vietnam-Cuba de Dong Hoi, en la central provincia de Quang Binh; el Hotel de Thang Loi; una granja de vacas reproductoras en Ba Vi; la granja de pollos de Luong My, y la carretera asfaltada Son Tay-Xuan Mai, todos en Hanói.

Antes, desde principios de la década de 1960, Fidel siempre tuvo en cuenta el interés del Presidente Ho Chi Minh de formar expertos en el extranjero para construir un país más próspero una vez reunificado. Según el compañero Esteban Braulio González Hernández, intérprete del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, en 1962 ambos Gobiernos firmaron un Programa de Cooperación en capacitación. Gracias a ello, muchos estudiantes vietnamitas se han graduado en universidades cubanas. Mientras, muchos cubanos se han educado en Vietnam. Hernández enfatiza que desde entonces y hasta el presente, los Partidos, los Estados, los Gobiernos y los pueblos de los dos países han estado uno al lado del otro y acompañándose tanto en los momentos difíciles como en los tiempos felices y prósperos.

Al evocar la frase “¡Por Vietnam, Cuba está dispuesta a dar hasta su propia sangre!” pronunciada por Fidel en una concentración popular en la Plaza de la Revolución de La Habana el 2 de enero de 1966 con motivo del séptimo aniversario del triunfo de la Revolución Cubana (1 de enero de 1959), un representante de la Embajada de Hanói en Cuba destacó que con ese espíritu, Cuba no solo lideró el movimiento mundial de solidaridad y apoyo a Vietnam, sino también donó al país indochino cientos de miles de toneladas de azúcar, equipos médicos, alimentos, recursos y dispositivos para apoyar la apertura de la legendaria ruta Ho Chi Minh. Al mismo tiempo, organizó campañas de comunicación internacional para movilizar el respaldo a la lucha justa del pueblo vietnamita.

Hoy en día, los recuerdos de los momentos difíciles compartidos están latentes como una parte importante de la historia compartida entre ambos países, así como de muchas localidades y entidades. Nguyen Quang Vinh, director de la Sociedad Limitada de Hermanos Vietnamitas (Vietnam Brothers) y gerente de la granja Amifarm Moc Chau, en la provincia de Son La, hizo una declaración singular: “Siempre le digo a mis amigos en Moc Chau, en tono de broma, que Fidel Castro es el patriarca de la industria lechera de Moc Chau”.

Quang Vinh recuerda que, durante la feroz guerra de resistencia contra el imperialismo estadounidense, Cuba brindó a Vietnam las mejores construcciones y vacas de cría. Se siente afortunado de haber visto las primeras vacas lecheras que Cuba regaló a la Granja Estatal de Moc Chau en los años 70 del siglo pasado. Su infancia transcurrió disfrutando de la leche de vaca producida en la granja.

“En las vastas praderas, vi a trabajadores cubanos construyendo granjas e instalaciones auxiliares para la cría de vacas lecheras. Esa imagen me impulsó a regresar e invertir en Amifarm Moc Chau, con el objetivo de crear una línea de productos lácteos naturales, como aquellos que solía beber en mis años de infancia”, confesó.

Según el embajador de Vietnam en La Habana, Le Quang Long, en los días álgidos de la pandemia de Covid-19, Cuba proporcionó a Vietnam la vacuna Abdala, desarrollada por la nación insular, donó miles de frascos de medicamentos para el tratamiento y envió expertos a los epicentros pandémicos de Quang Nam y Da Nang para apoyar la prevención y el control de la enfermedad. Los dos países se apoyan mutuamente en la recuperación y el desarrollo de su socioeconomía en el período posterior al Covid-19. Cuba sigue de cerca la situación en Vietnam y ha enviado cartas de condolencias al Partido, al Estado y al pueblo en casos de desastres naturales e inundaciones. Recientemente, Cuba ofreció médicos y medicinas para ayudar a Vietnam a superar las consecuencias del tifón Yagi, pese a que ella misma atravesaba grandes dificultades.

Vietnam y Cuba continúan brindándose becas universitarias y esperan firmar nuevos acuerdos entre sus instituciones de educación superior. Se inauguró recientemente en mayo pasado la Cátedra Honorífica de estudios sobre Ho Chi Minh en la Universidad de La Habana. Cuba también planea abrir en Vietnam un departamento de investigaciones sobre Fidel Castro e iniciar una serie de proyectos editoriales en torno a la ideología del líder revolucionario cubano en ocasión del centenario de su nacimiento en 2026.

Los mandatos del corazón trascienden la diplomacia

La ayuda mutua entre Vietnam y Cuba ha resistido muchas circunstancias, tanto en tiempos de guerra como de paz, y a pesar de las muchas penurias y dificultades, ha seguido siendo fuerte y entusiasta. Esto reafirma las estrechas relaciones entre los Partidos, los Estados, los dirigentes y los pueblos de ambos países. Durante los últimos 50 años desde que Vietnam logró la reunificación, los líderes de los dos países siempre han mostrado un interés mutuo, visitándose, intercambiando delegaciones de alto nivel y creando actividades de cooperación basadas en la tradicional amistad que han construido. Los dos pueblos se profesan afecto y confianza, por lo que cada vez que mencionen los nombres de Cuba o Vietnam, evocan sentimientos de admiración, confianza y orgullo de ser amigos y tener un vínculo indisoluble.

La solidaridad y el apoyo a Cuba es una orden del corazón de cada vietnamita.

- Vo Van Kiet, primer ministro de Vietnam-

Aprender el uno del otro también se ha convertido en una buena práctica. Desde el inicio de la política “Doi Moi” (Renovación) en 1986 hasta el actual estado de integración y desarrollo, Vietnam tiene muchas experiencias valiosas que Cuba pudiera aprovechar con las adecuaciones del caso, en función de su desarrollo sostenible. En su momento, Vietnam también ha apreciado los grandes cambios en políticas y directrices ejecutados por la isla, como ocurrió en diciembre de 1991, cuando se derrumbó la Unión Soviética y Cuba cayó en una crisis profunda y generalizada. Ya desde octubre de ese año, en su IV Congreso, el Partido Comunista y el Estado cubanos delinearon la Reforma Económica bajo el lema de “selectiva, gradual y ordenada”, para superar un momento de crisis llamado Período especial en tiempos de paz. En ese contexto, durante una visita oficial a Cuba en julio de 1993, el entonces primer ministro vietnamita, Vo Van Kiet, afirmó: “La solidaridad y el apoyo a Cuba es una orden del corazón de cada vietnamita”. Así, el amigo vietnamita ha contribuido a garantizar la seguridad alimentaria de Cuba mediante el suministro de arroz y el proyecto de apoyo a Cuba para aumentar la producción local de ese grano.

En 2004 Cuba entró en la fase de Reforma Económica y de aplicación de la política de Actualización del modelo socioeconómico. Según los expertos, a pesar de las innumerables adversidades, la “resiliente isla de Cuba” ha logrado superar gradualmente la crisis económica, salvaguardar su régimen político, su independencia y soberanía y ampliar las relaciones internacionales. A lo largo de estos años, Vietnam ha mantenido una postura firme y coherente al exigir el fin de la política de bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.

El 2024 fue como un “trampolín” para el Año de la Amistad Vietnam-Cuba, después de más de seis décadas de vínculos desde la guerra. Los regulares contactos entre los dos Partidos, Gobiernos y localidades han favorecido la firma de acuerdos en diversas áreas. Vietnam es el segundo socio comercial de Cuba en Asia y el principal inversionista de la región en la Zona Especial de Desarrollo Mariel en Cuba. La nación caribeña ha activado políticas preferenciales para que las empresas vietnamitas aumenten sus inversiones y participen más activamente en el Programa nacional de desarrollo socioeconómico hasta 2030. El proyecto de cooperación para el desarrollo de la producción de arroz entre los dos países contribuirá a garantizar la soberanía y la seguridad alimentaria de Cuba.

El embajador cubano en Hanói, Rogelio Polanco Fuentes, afirmó que en el futuro próximo se concentrarán en implementar en Vietnam proyectos para impulsar la investigación, el desarrollo, la producción y la comercialización de nuevos productos farmacéuticos y biotecnológicos de centros científicos cubanos. También deben mencionarse los avances de la cooperación en la ejecución de proyectos energéticos, en las ramas textil, de calzado, fertilizantes, electrodomésticos, componentes informáticos, paneles solares, vehículos eléctricos o híbridos... Se trata de pasos encaminados a potenciar la producción y los negocios en los mercados mayorista y minorista en Cuba.

Estas son evidencias del cumplimiento de la inmortal frase de Fidel Castro. La amistad sigue ardiendo con intensidad entre los pueblos, Partidos y Estados de los dos países. Vietnam y Cuba se apoyan mutuamente en organizaciones internacionales y foros multilaterales y comparten periódicamente puntos de vista sobre temas de interés común en la agenda global. El embajador cubano resaltó: “Sin embargo, lo que más me conmueve es el profundo cariño, la admiración y el respeto que sentimos en cada vietnamita cuando mencionan a Cuba. Ello se refleja en el título de un documental muy significativo producido por Vietnam y estrenado recientemente, Vietnam-Cuba: Dos corazones, un mismo latido”.

¡Es necesario comprender más a fondo el camino y la misión que unen a nuestros dos pueblos!

“No sin razón, los vínculos entre Vietnam y Cuba han sido considerados desde su nacimiento por los máximos dirigentes de ambos países como un ejemplo brillante y singular de relaciones sustentadas en el respeto y el afecto mutuo, la admiración recíproca y la convergencia de intereses y objetivos de lucha”, afirmó Moisés Pérez Mok, corresponsal jefe de la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina en Hanói. Desde diversas perspectivas (histórica, cultural y diplomática), esta amistad que cruza medio mundo ha sido y sigue siendo analizada y resumida. En los últimos tiempos, numerosos expertos han publicado investigaciones y artículos con valiosos aportes sobre los lazos entre Vietnam y Cuba.

Aunque existen muchas diferencias en la cultura y la historia, como comentó la doctora Loc Thi Thuy, analista de asuntos internacionales del Instituto de Estudios Americanos, adscrito a la Academia de Ciencias Sociales de Vietnam, su país comparte numerosas similitudes con Cuba. Ambos tuvieron que luchar contra el colonialismo y el imperialismo por la liberación nacional, y ahora persiguen el mismo objetivo y camino hacia el socialismo. También han estado y están sujetos a políticas de embargo... “El pueblo vietnamita siempre ha reservado para el pueblo cubano y el líder Fidel Castro un profundo afecto, admiración y solidaridad sincera. En lo personal, después de muchos años investigando sobre el país y la gente de Cuba, así como las relaciones bilaterales, esos sentimientos se han vuelto para mí más especiales que nunca”, afirma Thi Thuy.

Los sentimientos de legiones de jóvenes vietnamitas de hoy en día son similares a los de las generaciones anteriores. Dang Quynh Anh, quien actualmente cursa estudios en la Universidad de La Habana, expresó: “Una de las cosas que más une a nuestros dos países hermanos es la bondad. Los cubanos son muy cariñosos. Me tratan como si fuera una cubana más, como a una más de su familia. Para los cubanos de las generaciones de sus abuelos y padres, ‘vietnamita’ es algo muy especial”.

Patricia Abarzúa, presidenta del Instituto Chileno-Vietnamita de Cultura, nos relata un emotivo recuerdo de su experiencia como invitada internacional en el VIII Congreso Nacional de las Mujeres para el mandato 1997-2002. Al visitar una cooperativa de producción de arroz a cargo de mujeres analfabetas, ella y otras delegadas fueron presentadas a un sistema extraordinario de enseñanza en base a canciones y poemas. “Las mujeres campesinas, trabajadoras de esa cooperativa, nos cantaron sus conocimientos y nos recitaron sus agradecimientos”, recordó Patricia.

Entre las delegadas de numerosos países ese día había tres latinoamericanas: una argentina, una cubana y ella, Patricia Abarzúa, chilena. La responsable de la cooperativa agradeció con emoción la ayuda solidaria prestada a Vietnam por pueblos de todo el mundo, especialmente desde Cuba, durante la guerra y en los tiempos en que estaba sometido a embargo. Contaron las trabajadoras que esa cooperativa aportaba una parte de sus cosechas de arroz para sumarla a las de otras comunidades arroceras que luego el Gobierno de Vietnam enviaba a Cuba. “Ese gesto solidario y esa sencilla explicación generaron un aplauso cerrado de todas las asistentes”, relata Patricia Abarzúa.

Según la doctora Thi Thuy, es necesario seguir investigando sobre Cuba, en particular, y el movimiento comunista y obrero internacional, en general. También es fundamental estudiar las relaciones Vietnam-Cuba, pues la isla sigue siendo un referente y un pilar político e ideológico del movimiento comunista y obrero internacional, así como de la izquierda latinoamericana. Por su parte, Vietnam desempeña un papel muy importante en foros sociales mundiales, el Movimiento de Países No Alineados y el Grupo de los 77.

Apreciación y esperanza

El grupo de autores de esta serie de artículos recogió conmovedoras palabras de políticos, expertos, dirigentes, gerentes, empresarios, estudiantes y trabajadores de ambos países durante las entrevistas. Algunos recordaron la frase del Presidente Ho Chi Minh: “Cuba y Vietnam están tan distantes, que cuando uno duerme el otro está despierto. Antiguamente se decía del Imperio Británico que el sol nunca se ponía para su bandera. Pero ahora hay que decir que el sol nunca se pone para la bandera de la Revolución. Es decir, nuestros países geográficamente están en las antípodas, pero hay una identificación completa en lo moral”.

Algunos evocaron la histórica decisión de Cuba de convertirse en el primer país del hemisferio occidental en establecer relaciones diplomáticas con Vietnam, el 2 de diciembre de 1960. La isla también fue la primera y única nación en nombrar un embajador ante el Gobierno del Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur y establecer una embajada en medio de la selva en 1969.

Otros señalaron que el pensamiento y la obra del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y del Presidente Ho Chi Minh sentaron las bases de los vínculos Vietnam-Cuba, que han sido cultivados por generaciones de dirigentes de ambos países. Es nuestra responsabilidad preservar y nutrir estos nexos para las generaciones futuras.

Patricia Abarzúa expresó que como latinoamericana y chilena, vivió la solidaridad con Cuba y Vietnam desde su juventud a través de los movimientos y marchas desarrolladas por el pueblo chileno en su lucha por una Latinoamérica libre del imperialismo. La invasión norteamericana a Vietnam y el bloqueo económico impuesto a Cuba unieron las expresiones de solidaridad en toda Latinoamérica con ambos países inspirados en las figuras del Che Guevara, Fidel Castro, Salvador Allende y Ho Chi Minh. Las enormes marchas de trabajadores y estudiantes que exigían la paz y el fin de la agresión contra ambos países inspiraron la consigna: “¡Chile, Cuba, Vietnam... Unidos Vencerán!”.

Hoy día, mientras Vietnam impulsa renovaciones, reformas y ajustes en múltiples sectores para avanzar con firmeza hacia una nueva era, numerosos amigos internacionales —entre ellos los hermanos cubanos— siguen de cerca este proceso y depositan grandes esperanzas. Moisés Pérez Mok apunta que la meta de Vietnam de alcanzar en 2025 un crecimiento del Producto Interno Bruto de al menos un ocho por ciento, y de dos dígitos en los años siguientes, requiere grandes y concertados esfuerzos de todos los sectores de la economía y el andamiaje estatal, tomando en consideración, además, la compleja, volátil e impredecible situación internacional. Sin embargo, expresó su confianza en que Vietnam posee grandes ventajas para lograr los objetivos trazados.

Pérez Mok destacó la fuerte voluntad política para lograr no solo el redimensionamiento del aparato estatal con el fin de hacerlo más ágil, eficiente y productivo, sino también para eliminar cualquier “cuello de botella” institucional o jurídico que pueda obstaculizar la consecución de los propósitos establecidos. Además, el amplio espectro de relaciones económicas internacionales evidenciado por más de 15 Tratados de Libre Comercio, tanto a nivel bilateral como con bloques regionales, y decenas de asociaciones estratégicas y asociaciones estratégicas integrales, favorecerá no solo el intercambio comercial, sino también las inversiones extranjeras directas. Evaluó también que el creciente y consolidado prestigio internacional de Vietnam y su activa participación en los principales foros, organismos y organizaciones internacionales colocan a la nación indochina en condiciones de avanzar, con éxito, hacia esa ansiada nueva era de prosperidad, desarrollo, bienestar y felicidad.

El embajador cubano en Vietnam, Rogelio Polanco Fuentes, subrayó: Los resultados de la implementación de las metas trazadas en 40 años de "Doi Moi" (Renovación) son impresionantes y demuestran la firme determinación del actual liderazgo vietnamita de seguir avanzando hacia nuevas aspiraciones en lo que se ha denominado la era del ascenso de la nación. Tenemos la certeza de que, bajo la sabia conducción del Partido Comunista de Vietnam, el país logrará el objetivo estratégico de convertirse en una nación desarrollada con orientación socialista en los próximos veinte años, preservando la independencia, la soberanía, la justicia social y la identidad nacional.

Fecha de publicación: 10 de junio de 2025
Dirección: Le Quang Thieu
Realización: Quang Hung, Thanh Hang, Hai Anh, My Phuong, Kim Huong, Trang Ngan, Hong Quan
Presentación: Phuong Nam