SIGNIFICADO DE LA LIBERACIÓN DE LA CAPITAL PARA LA ACTUAL CAUSA DE LA RENOVACIÓN
El 10 de octubre de 1954 fue el Día de la Liberación de Hanói, el corazón de la Patria, el centro económico, político, cultural y social de la República Democrática de Vietnam. Inmediatamente después del acontecimiento, promoviendo las buenas tradiciones de los ciudadanos de Trang An (manera de referencia tradicional a la gente capitalina), bajo la dirección del Partido y el Estado, y directamente del Comité municipal del Partido, Hanói superó rápidamente las dificultades para desarrollar la economía, la cultura, la ciencia-técnica, la defensa nacional y la garantía de la seguridad política y el orden social, contribuyendo a la victoria en dos guerras destructivas del imperialismo estadounidense, convirtiéndose en una sólida retaguardia de primera línea del Sur, digna de ser la “conciencia de los tiempos” y la “capital de la dignidad humana”. En el período de la renovación, promoviendo el glorioso significado de una capital liberada, Hanói ha crecido rápidamente, innovado el pensamiento, y se ha desarrollado fuertemente en todos los campos, convirtiéndose en una “ciudad por la paz” y contribuyendo en importante medida a los “grandes logros de envergadura histórica” de dicho proceso.
1. LA CAPITAL LIBERADA CONTRIBUYE EN IMPORTANTE MEDIDA A LA CAUSA DE LA CONSTRUCCIÓN Y DEFENSA DE LA PATRIA
El 21 de julio de 1954 se firmaron los Acuerdos de Ginebra sobre Indochina. La paz se restableció sobre la base de que Francia y las partes participantes reconocieron la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Vietnam, Laos y Camboya. La larga, difícil y ardua guerra de resistencia del pueblo vietnamita contra los colonialistas franceses obtuvo una victoria gloriosa. Según las disposiciones de los Acuerdos de Ginebra, Hanói se encontraba en la zona de concentración de 80 días del ejército francés. Antes de retirar sus tropas, los colonialistas franceses intentaron sabotear la ciudad en todos los aspectos.
Bajo la dirección directa del Comité Central del Partido, la instancia partidista de Hanói guió al pueblo capitalino a intensificar la lucha para exigir que los colonialistas franceses cumplieran a cabalidad el pacto en aras de proteger las vidas y propiedades de los residentes, y las fábricas, oficinas y escuelas; desarrollar fuertemente las fuerzas revolucionarias locales; combinar la lucha política con las luchas económica y diplomática, así como prepararse de manera integral, meticulosa y reflexiva en términos políticos y económicos para asumir el control de la capital. En la mañana del 10 de octubre de 1954, la Comisión Militar de Hanói y el Cuerpo 308, dirigidos por la División de la Capital, entraron en Hanói izando la bandera “Decidido a luchar, decidido a vencer”. La liberación de Hanói la convirtió en el centro político, económico y cultural del país y de la gran retaguardia del Norte. Su contribución fue crucial en la construcción y la defensa del Norte, la liberación del Sur y la reunificación del país.
Después de avanzar sobre Hanói, los soldados vietnamitas se apoderaron rápidamente de todo el sistema de posiciones militares enemigas, edificios públicos, fábricas, hospitales, escuelas y oficinas de los colonialistas franceses y el gobierno de Bao Dai: el Palacio del exgobernador general, el Palacio de Tonkín, la zonas de Don Thuy y de Bo Ho, la estación de tren y los aeropuertos de Gia Lam y Bach Mai. La liberación de Hanói fue una victoria gloriosa del pueblo de la capital y del país después de nueve años de resistencia llenos de sacrificios y penurias. El Comité Central del Partido y el Presidente Ho Chi Minh volvieron a la capital tras ocho años de dirigir la resistencia contra los colonialistas franceses desde la base de Viet Bac.
Hanói entró en una nueva fase histórica en la cual implementó dos tareas revolucionarias estratégicas: la construcción del socialismo en el Norte, y la lucha por la liberación del Sur y la reunificación nacional.
Las labores de reparación, construcción y defensa de la capital con la orientación socialista tuvieron una gran influencia en el proceso de implementación de las dos mencionadas tareas. El desarrollo de la capital no solo contribuyó a la construcción del socialismo en el Norte, sino también reflejó la fuerza del país y del nuevo régimen, constituyendo un factor decisivo en la victoria de la lucha por la liberación del Sur.
Los 70 años de ocupación colonial francesa le acarrearon a Hanói graves consecuencias políticas, económicas, culturales y sociales.Los 70 años de ocupación colonial francesa le acarrearon a Hanói graves consecuencias políticas, económicas, culturales y sociales.
En el plano de la política, las secuelas del colonialismo fueron muy pesadas, pues los colonialistas franceses destruyeron o desmantelaron las oficinas o las trasladaron. “La mayoría de los registros valiosos y raros fueron quemados o traslados a otros lugares. Cuando los soldados vietnamitas se apoderaron de la capital, 25 de las 137 oficinas habían sufrido graves daños y no podían ser utilizadas inmediatamente”. La ciudad recibió no solo a empleados vietnamitas del antiguo aparato gubernamental, sino también a miles de oficiales y soldados del antiguo régimen, y a miles de ex funcionarios públicos que emigraron al Sur. Los contingentes de inteligencia y espionaje ordenados a quedarse trabajaron activamente, mientras los partidos reaccionarios operaban en secreto. Aunque el régimen colonial francés se había derrumbado, sus restos causaron grandes dificultades a la construcción y la consolidación del gobierno democrático popular en Hanói.
En cuanto a economía, la industria de Hanói era muy pequeña y atrasada. La mayoría de las fábricas y empresas había dejado de funcionar u operaba moderadamente, excepto las plantas de electricidad, agua y gas. La mayor parte de la maquinaria fue desmantelada o gravemente dañada. En términos de agricultura, las áreas suburbanas cultivaban arroz, hortalizas y flores. Los alimentos se transportaban principalmente desde Saigón. La tierra quedó en barbecho debido a la guerra y se la apropiaban algunos terratenientes y capitalistas. Las técnicas agrícolas eran obsoletas, las herramientas de producción eran rudimentarias y faltaba ganado capaz de sustentar la producción agrícola. El comercio y los servicios eran los aspectos más característicos y destacados de la economía de Hanói dejados por Francia tras ocho años de reocupación de la ciudad. El capitalismo francés era muy activo en el campo del comercio y ostentaba el monopolio de las importaciones y exportaciones a Indochina. Los comerciantes chinos dominaban la economía de Hanói después de los franceses. Los capitalistas comerciales indios hacían fuertes negocios en las industrias de la seda, los tejidos, las fibras, los comestibles y la alimentación. Mientras, los comerciantes vietnamitas crecieron en número y tenían más capital que antes de 1945. La burguesía compradora se enriqueció rápidamente y la mayoría de ellos emigraron al Sur.
La re-invasión de los colonialistas franceses empeoró aún más la economía de la ciudad, en declive desde la Segunda Guerra Mundial. Era una típica economía colonial, atrasada y paralizada en todos los aspectos, y fue saboteada por los invasores franceses antes de retirarse de la urbe, lo que estancó aún más la producción y los negocios.
En cultura-sociedad, Hanói albergaba las instituciones científicas, educativas, culturales y artísticas del país. Cuando estalló la guerra de resistencia, la mayoría de los intelectuales, escritores y artistas de la capital participaron en el combate contra los invasores. La literatura y el arte no tenían logros ni aportaciones significativas. Bajo el dominio colonial francés, la cultura y la civilización francesas no tenían una influencia o efecto positivo en la cultura nacional. Por el contrario, los venenos de la cultura colonial con las políticas de esclavización hicieron que la cultura nacional se desvaneciera gradualmente.
Todo plantea un problema: el 10 de octubre de 1954, Hanói fue liberada y llegó a disfrutar de una atmósfera de paz en lugar de guerra. De ser la capital de la Federación Indochina, una importante base militar francesa en Indochina, en la que todo el aparato político-militar y las actividades socioeconómicas estaban destinados a servir al ejército ocupante francés y al gobierno títere, Hanói se reinstauró como la capital de la República Democrática de Vietnam. La ciudad comenzó a reparar y construir desde cero todo el sistema político y la estructura socioeconómica, la infraestructura y la superestructura, en un proceso consistente con las características del socialismo.
De 1954 a 1965, implementando los planes de reconstrucción, remodelación y desarrollo pacífico, el pueblo de Hanói, con mucho empeño y entusiasmo, se concentró en “hacer que todos los sectores de la capital se desarrollaran cada vez más, para ser ejemplo y liderar la labor de consolidar la paz, lograr la reunificación nacional y la independencia y ejercer la democracia en todo el territorio nacional, a fin de formar una vida feliz y construir un país hermoso y pacífico para nuestros hijos y nietos”.
Hanói estabilizó rápidamente la vida y la producción, así como fue curando las heridas de la guerra y reanimando la agricultura y la industria para encaminarse a una economía independiente, soberana y de buen desarrollo.
Aún sin concluir la lucha de resistencia del pueblo vietnamita contra los colonialistas franceses, los imperialistas estadounidenses irrumpieron en el Sur con la intención de convertir ese territorio en una colonia de nuevo estilo y en una base militar contra el socialismo y el movimiento de liberación nacional en todo el mundo, además de alargar la división del país.
Ante desafíos sin precedentes en la historia nacional, bajo el sabio liderazgo del Partido Comunista, e impulsado por el llamamiento del Presidente Ho Chi Minh de que “Nada es más precioso que la independencia y la libertad”, transmitido desde Hanói, capital de la República Democrática de Vietnam, todo el pueblo vietnamita se involucró en la resistencia nacional, decidido a luchar y a derrotar a los invasores estadounidenses, liberar el Sur, proteger el Norte y unificar el país.
Después de 21 años de llevar a cabo una lucha indomable contra Estados Unidos, realizando simultáneamente las estrategias revolucionarias trazadas por el Partido Comunista de Vietnam, con la Ofensiva general y el levantamiento de la Primavera de 1975, cuyo cénit fue la histórica Campaña de Ho Chi Minh, el pueblo vietnamita obtuvo una victoria contundente, culminando la resistencia antiyanqui por la liberación nacional, y logrando liberar el Sur y reunificar el país.
Los logros económicos, políticos, socioculturales y de seguridad-defensa desde la liberación de la Capital han hecho avanzar a Hanói “a saltos inéditos en la historia municipal. La ciudad, la sociedad y su gente se han renovado. Los hanoyenses se afirman como dueños de su ciudad, unidos, laboriosos y ahorrativos en la construcción de una nueva vida y esforzándose por el bien común. Hanói, con su fuerza mejorada en todos los aspectos, se convirtió en una sólida fortaleza de la Revolución nacional y sirvió de base para que el pueblo siguiera combatiendo hasta vencer en la lucha contra el sabotaje aéreo de los imperialistas estadounidenses”.
2. APLICAR EL SIGNIFICADO DE LA LIBERACIÓN DE LA CAPITAL EN LA ACTUAL CAUSA DE RENOVACIÓN
Apreciando la gloriosa capital milenaria, rica en tradiciones históricas, culturales y revolucionarias, Vietnam ha probado su valentía, sabiduría y fuerza a través de las últimas seis décadas, sobre todo en los puntos de inflexión.
Frente a las exigencias de la historia, en aras de sacar al país de la crisis socioeconómica en un contexto en que la renovación devenía un tema de vital importancia para la nación, el Partido, con su firmeza política forjada durante la lucha revolucionaria, “miró directamente la verdad, la evaluó correctamente y la señaló claramente”. Hizo profundas autocrítica y crítica, se reflexionó sobre el camino y los pasos de construcción del socialismo, así como escuchó y reunió las aspiraciones y la sabiduría del pueblo para planificar los lineamientos de renovación en su sexto Congreso Nacional (1986).
La renovación iniciada y dirigida por esa organización política ha cumplido las necesidades urgentes del país, así como ha correspondido a la tendencia general de desarrollo de la región y al acontecer mundial contemporáneo. A lo largo del proceso, el Partido, el Estado y el pueblo vietnamitas no han cesado de esforzarse y han sido activos en explorar, descubrir y crear. El camino nacional hacia el socialismo se vuelve cada vez más visible en lo teórico y lo práctico. Revisando la situación del país a 20 años de materializada la Plataforma de construcción nacional en el período de transición hacia el socialismo aprobada en su séptimo Congreso (1991), el Partido dio el visto bueno a una versión enmendada y desarrollada del documento en su undécimo Congreso, en 2011. Ese ha sido un crucial avance cognitivo y teórico en el proceso de renovación nacional.
Foto: Archivos de la Agencia Vietnamita de Noticias, Thanh Dat, Dang Khoa
Presentación: Bao Minh
Traducción: Thanh Hang, Kim Huong, Hai Anh, Trang Ngan, My Phuong